Cuando la cura resulta peor que la enfermedad

César López

Cierto es que en el país existe la percepción, que hay un problema (añejo) de seguridad ciudadana y de crimen organizado. También es cierto que el gobierno firme y honesto (sus diputados incluidos) después de ir a pedir votos a diestra (y siniestra), debe dar respuesta a las demandas ciudadanas en busca de un país más “vivible”.

A raíz de lo anterior recuerdo Doña Juana, ilustre  vecina de Hatillo, a la cual le recetaron pastillas de sodio para atenderle un trastorno bipolar; las pastillas no solo nunca le curaron su trastorno (solo le disfrazaron el cuadro) sino que además la terminaron matando de cirrosis en el hígado. El caso de doña Juana,  es un fiel ejemplo, de cómo a veces la pastilla es peor que la enfermedad.

Hay veces, que en lo que a recuperar un país “vivible” se refiere, la cura, no solo no cura la enfermedad original, sino que además termina siendo peor que la enfermedad misma. Esto sucede con el permiso otorgado por 31 diputados de la Asamblea Legislativa (muchos de los que querían darse el aumentazo salarial) para el ingreso al país de militares de Estados Unidos…el asunto se trata de una pérdida de Soberanía (lo cuál es un problema de primer orden).

Con los votos del Partido Liberación Nacional (PLN), el Movimiento Libertario (ML) y el diputado del partido Renovación Costarricense (RC), Justo Orozco, el pasado 1 de Julio en la asamblea legislativa  se autorizó el ingreso de 46 buques de guerra, 200 helicópteros Black hawk, 10 aviones de combate, 2 submarinos atómicos, y entre 7000 y 13.000 efectivos del ejercito de los EE.UU bajo el supuesto de combatir el narcotráfico.

El permiso contempla el “atraque, y permanencia en puerto, y desembarque de las tripulaciones”, y establece que el personal de los EU en CR podrá disfrutar de libertad de movimiento y el derecho de realizar las actividades que considere necesarias en el desempeño de su misión …

Además en tal permiso,  el gobierno de CR, renuncia a formular reclamos (…) por daño, pérdida o destrucción de la propiedad o muerte de terceros (o sea, inmunidad e impunidad para los marines). Por si fuera poco, el permiso estipula que reclamos de terceros (ciudadanos) por estas situaciones (daños de propiedad o de personas), deberán presentarse en los tribunales de EU (si les aprueban la visa) …

Es necesario recordar que tal permiso “olvida” poner cuanto tiempo estarán los militares en nuestro país. Además, el triste permiso se otorga en le marco de la ley 7929 (patrullaje conjunto) que se refiere exclusivamente al servicio de guardacostas de EU (no de militares). Valga la pena aclarar que en 10 años de vigencia de la ley 7929 (y de ejecutarse el patrullaje conjunto con EU) el problema del narco ha aumentado.
Recordemos además, que omiten decirle a la ciudadanía que uno de los 46 Buques de Guerra que tiene permiso para venir, es el más poderoso portaaviones gringo: el USS George Washington,, el cual cuenta con propulsión nuclear, y que transporta los más avanzados aviones de combate F-16 y F-18, helicópteros, bombarderos y aviones de espionaje. (se imaginan ustedes a esa mole persiguiendo lanchillas narco . . . yo no).

También tengamos presente, que los Estado Unidos, son los mayores consumidores   de   drogas  del mundo... ¿Por qué no  ponen todos esos barcos,  aviones,  helicópteros, submarinos, soldados en sus propias fronteras?

En lo personal, soy más tendiente, a creer la rara idea, que al narcotráfico se combate con Justicia social y políticas públicas que disminuyan la brecha de la pobreza (según el último Estado de la  nación, un millón de compatriotas viven por debajo de la línea de la pobreza), en vez de militarizando la zona (después de todo, los medios a diario me recuerdan, que la presencia del ejército en Méjico, no acaba con el cartel de Sinaloa). Tampoco desaparecerá el hampa ni el crimen organizado en nuestro país con la presencia del ejército de Estados Unidos en CR (con inmunidad incluida).

La lucha del narcotráfico es u pretexto,  Estados Unidos se prepara para la guerra (Irán? Corea del Norte?, Venezuela?) y cajita blanca para quien crea que es un guerra por la democracia mundial (es por gas, petróleo, agua, recursos naturales y sus intereses comerciales, o sea, por los insumos que le permitan evitar a la potencia de las barras y las estrellas, que otros grupos comerciales (en un mundo cada vez más multipolar) le desplacen el dólar como moneda mundial, con lo cual, se les acabaría la máquina de imprimir billetitos sin respaldo real, que dicho sea de paso, ha arrastrado al mundo occidental a una gran crisis financiera)

Con tal permiso quieren convertir a tiquicia en una solapada base militar norteamericana. Tal situación no solo nos convierte en un objetivo militar ante un eventual conflicto. Sino que contradice el principio de neutralidad de Costa Rica; contradice nuestra Constitución Política y nuestra idiosincrasia

Nuestra Constitución Política, porque esta en su artículo 12, establece, como desde la abolición del ejército, es la Policía Civil, la única responsable de mantener el orden en nuestro país. Nuestra idiosincrasia, porque (candil en la calles oscuridad en la casa) los últimos gobiernos se pavonean por el mundo orgullosos de decir que somos un país con más maestros que soldados. Algo patas arriba debe andar en un gobierno que pretende reducir el presupuesto de la educación pública superior (menos maestros) y además, autorizar el ingreso de militares con inmunidad a nuestro país (más soldados).

Es el momento que doña Laura sea firme, y evite tal permiso desproporcionado, o que sea honesta, y diga que Costa Rica, bajo su gobierno, no pretende ser neutral en cuanto a conflictos bélicos se refiere (lo hubiera dicho en campaña).

Combatamos el narcotráfico, profesionalizando y equipando la policía civil, combatiendo la pobreza, invirtiendo en educación pública; no militarizando el país. Por lo pronto, el único ejército que deseo ver en mi tiquicia, es el que de camisa blanca y pantalón azul, asiste todos los días a nuestros centros educativos, a aprender a sumar, a multiplicar, a leer, y a aprender en cívica, que somos un país de paz.

Nuestro himno nacional dice “bajo el límpido azul de tu cielo, blanca y pura descansa la paz” y con ese permiso de la vergüenza, la paz no descansará bajo nuestro cielo. Después de todo como dijo el poeta; pan diario y paz diaria, porque sin paz, hasta el pan es amargo.

En cuanto a las soluciones contra el narco, injertemos de todo en el árbol de la patria, mientras el tronco siga siendo nuestro…con la entrega de soberanía que tal permiso implica, nos quedamos sin país, sin blanco cielo, y del árbol, ni el tronco, ni la maceta.