¿Pueden los militares de EEUU bloquear las rutas de la droga?
Redacción, (elpais.cr) - En abril 2006, un DC-9 aterriza en El Carmen, México. Su resistencia a las autoridades generó sospecha, y se inspeccionó la nave. Llevaba 5.7 toneladas de cocaína, valorada en $100 millones. Venía de Caracas, rumbo a Toluca, descubrió la fiscalía mexicana. Pero descubrieron algo más... relata Michael Smith, de la transnacional de noticias Bloomberg, en este artículo.
El avión se compró con fondos lavados, transferidos vía dos de los mayores bancos de Estados Unidos: Wachovia Corp. y Bank of America Corp., reporta Bloomberg Markets Magazine. Y no es un incidente aislado. Resulta que Wachovia acostumbra mover el dinero de los traficantes mexicanos. Wells Fargo & Co., que compró a Wachovia en 2008, admitió en la Corte que no monitoreó ni reportó la sospecha de lavado de narcodólares -incluyendo el que se usó para comprar cuatro aviones, que se encontraron transportando 22 toneladas de cocaína.
Lo reconocieron en un acuerdo que Wachovia, de Charlotte, North Carolina hizo con la fiscalía federal en marzo, y que aclara -parte- del muy indocumentado rol de los bancos de EU en el violento trasiego de drogas que ha convulsionado a México, entre otros.
Wachovia admitió no reportar los fondos ilícitos en el manejo de $378.4 billones de casas de cambio mexicanas entre 2004 y 2007. Es la mayor violación al Acta de Secreto Bancario (ley anti lavado) en la historia de EU -una suma igual al tercio del PIB de México. "El obvio desprecio de Wachovia por nuestras leyes bancarias dio vía libre a los carteles para financiar sus operaciones", dijo Jeffrey Sloman, Fiscal Federal que manejó el caso.
Desde 2006, más de 22,000 personas han muerto en relación a drogas en la frontera EU-México. Sólo en Juárez, 700 personas fueron asesinadas para junio de este año. Rodolfo Torre, preferido para gobernador en el estado de Tamaulipas, fue acribillado -menos de una semana antes de las elecciones- de que el asunto del narcotráfico era la base.
El Presidente mexicano Felipe Calderon juró aplastar los carteles de droga al tomar oficio en 2006, y desplegó 45,000 tropas para combatir a los carteles. No han tenido gran éxito.
Han muerto policías, soldados, periodistas y ciudadanos comunes. EU prometió a México $1.1 billones en ayuda para combatir los carteles de drogas. En mayo, Barack Obama dijo que enviaría 1,200 tropas de la National Guard troops, añadiendo a los 17,400 agentes del lado EU, para ayudar a parar el tráfico de drogas -y de personas.
Tras la matanza se esconde una industria que lleva cientos de toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas a EEUU. Los carteles tienen una red de "dealers" en 231 ciudades, con $39 mil millones en ventas anuales, según el Departamento de Justicia. 20 millones de personas en EEUU usan drogas ilegales regularmente, generando crimen callejero y destrozando familias. Las drogas le cuestan a la economía EUA $215 billones al año.
"El lavado de los bancos para los carteles -financia la tragedia," dice Martin Woods, director de la unidad anti-lavado de dinero de Wachovia de 2006 a 2009. Woods dejó el banco, asqueado tras que los ejecutivos ignoraran su documentación de que los narcotraficantes movían su dinero a través de la red de sucursales de Wachovia.
Wachovia solo es uno de los bancos de Estados Unidos y Europa que se usan para lavar dinero. El American Express Bank International de Miami pagó multas en 1994 y 2007 tras reconocer no reporter el lavado de dinero narco en sus cuentas. También se usaron cuentas de Bank of America en Oklahoma City para comprar 3 aviones que transportaron 10 toneladas de cocaína, según la corte de México. Los carteles usaban gente para depositar fondos ilícitos en Bank of America de Atlanta, Chicago y Brownsville, Texas, entre2002 y 2009. Los narcotraficantes mexicanos usaban compañías ficticias para abrir cuentas en HSBC Holdings Plc, de Londres, el mayor banco de Europa.
Estos bancos nunca fueron acusados de nada. La vocero de Bank of America Shirley Norton y de HSBC Roy Caple dicen que la ley les impide discutir clientes específicos. Dicen que sus bancos se apegan estrictamente a las reglas del gobierno. "Bank of America toma sus responsabilidades anti-lavado muy en serio", dijo Norton. Seis casas de cambio de Culiacán y Tijuana están acusadas de lavar fondos de drogas a través de sus cuentas en sucursales mexicanas de Banco Santander SA, Citigroup Inc. y HSBC, según los documentos de la corte mexicana.
Los cambistas esperan juicio en prisión. Citigroup, HSBC y Santander -el mayor banco español- no fueron acusados de nada. Los 3 bancos dicen que la ley Mexicana les impide comentar sobre el caso, añadiendo que aplican cuidadosamente los programas anti-lavado.
HSBC dejó de aceptar depósitos en dólares en México, y Citigroup ya no permite a no- clientes cambiar dólares. Citigroup detectó actividad sospechosa en unas cuentas en Tijuana, la reportó a los reguladores, y cerró sus cuentas, dijo el portavoz de Citigroup Paulo Carreno.
El 15 de junio, el Ministerio de Finanzas de México anunció que pondría límites a los bancos sobre los depósitos en efectivo en dólares.
Los carteles mexicanos son empresas criminales multinacionales. Algunos están en tráfico de armas, secuestros y trasiego de personas, así como en áreas -aparentemente- legítimas, como el transporte terrestre, servicios de viajes y carga aérea, según National Drug Intelligence Center del Departamento de Justicia EU. Estos imperios no tienen remedio sino usar el sistema bancario global para financiar sus negocios, dice el Senador Felipe González.
Pero ningún banco ha estado más relacionado con lavado mexicano -que Wachovia. En 2008, Wachovia era el sexto mayor prestamista EU, tuvo $26 billones en pérdidas con la caída hipotecaria. 6 meses después, Wells Fargo compró a Wachovia por $12.7 billones, creando la segunda mayor red de sucursales en Estados Unidos. Pero en los 3 años que llevaron al acuerdo de Wachovia con el Departamento de Justicia, el banco recibió 6,700 citatorios pidiendo información.
El 12 de marzo, el Departmento de Justicia acusó a Wachovia de violar el Acta de Secreto Bancario al no manejar un programa efectivo anti-lavado de dinero. 5 días después, Wells Fargo prometió cambiar todos sus sistemas de detección. El nuevo dueño de Wachovia pagó $160 millones en multas, menos del 2% de sus ganancias de $12.3 billones en 2009. Si Wells Fargo cumple su palabra, el gobierno EUA abandonará sus cargos en marzo 2011.
Wells Fargo lamenta que algunos de los esfuerzos anti-lavados de Wachovia hayan quedado cortos, dijo la portavoz Mary Eshet. Wells Fargo invirtió $42 millones en los últimos 2 años para mejorar su programa anti-lavado y ha estado trabajando con reguladores, dijo. Se negó a contestar preguntas específicas, incluyendo cuánto sacó por manejar los $378.4 billones - incluyendo los $4 billones en efectivo de los cambistas mexicanos.
El 1970 Bank Secrecy Act exige a los bancos reportar toda transacción en efectivo de más de $10,000 a los reguladores, y decir al gobierno otras formas sospechadas de lavado de dinero. Pero ningún banco grande de EUA - incluyendo a Wells Fargo- ha sido sentenciado jamás por violar el Bank Secrecy Act -o ningún otro cargo federal. En lugar de eso, el Justice Department retira los cargos criminales al usar arreglos con cargos demorados, en los que el banco paga una multa y promete no volver a quebrar la ley.
Los bancos grandes se protegen de la justicia por la teoría demasiado-grande-para-fallar. Enjuiciar a un banco grande puede causar una carrera de inversionistas a botar acciones y causar pánico en los mercados financieros, dice Jack Blum, investigador del Senado y consultor a bancos internacionales y otros, sobre lavado de dinero. La teoría es como un "salga de la cárcel" para los bancos grandes. "No hay capacidad de regular o castigarlos porque son demasiado grandes para amenazarlos con la quiebra", dice Blum. "Están dispuestos a hacer cualquier cosa por una ganancia, hasta que los pescan".
Mover el dinero es la base del narcotráfico -del efectivo que la gente se pega al cuerpo, a las transferencias de $100,000 que mandan de México a los grandes bancos de EEUU. El dinero sucio viene y va por la frontera en un ciclo infinito. Mensajeros de EEUU llevan el efectivo a México - hasta $29 billones anuales, según Inmigración de EEUU. Esto equivale a 319 toneladas de billetes de $100. Se esconde en vehículos y entra a México. Ahí, los carteles pagan gente para depositar en bancos mexicanos y sucursales internacionales. Mucho se lava mediante cambistas callejeros.
Los bancos son regulados por el National Banking and Securities Commission, que tiene una unidad anti-lavado; los cambistas son manejados por el servicio fiscal de México, que no lo tiene.
Por ley, los cambistas deben pedir identificación a quien cambie más de $500. También deben reportar a los reguladores las transacciones mayores a $5,000. Esto se maneja usando legiones de individuos -parientes, domésticas, jardineros- para convertir pequeñas cantidades a pesos o depositarlos en los bancos locales. Luego se transfieren a los bancos multinacionales.
Los que hacen los cambios pequeños se conocen como "Pitufos". "Usan un ejército de Pitufos y cambian $1 millón antes del almuerzo", dice Jerry Robinette, que revisa las operaciones de U.S. Immigration and Customs.
Tras advertencias del US Treasury desde 1996, muchos bancos cerraron sus cuentas con las casas de cambio. Wachovia ignoró las advertencias, según el arreglo legal. "Desde 2004, Wachovia conocía el riesgo," reconoció el banco en la corte. "Pero mantuvo el negocio."
"Wachovia manejó las transferencias, y nunca las reportó como sospechosas" dice José Luis Marmolejo, ex jefe de Crímenes Financieros de la fiscalía mexicana. De noviembre 2005 a enero 2006, Wachovia transfirió $300,000 de Puebla a una cuenta de Bank of America en Oklahoma. Los fondos se usaron para comprar el DC-9, que en abril voló de Florida a Caracas a recoger la cocaína, según DEA. Cinco días después, fue decomisado en Ciudad del Carmen. "Sé que Wachovia sabía," dice Marmolejo, que supervisó la investigación a los clientes de Wachovia. "Duró demasiado, y era demasiado dinero, para que no lo supieran."
En la unidad anti-lavado de Wachovia, Woods (Londres) y su colega Jim DeFazio (EU) reportaron que sospecharon que los traficantes usaban el banco para mover los fondos.
Woods, ex Scotland Yard, detectó firmas ilegibles y otras marcas sospechosas en cheques viajeros de compañías de cambio mexicanas, dijo en una carta de setiembre 2008 al Financial Services Authority de Inglaterra. Envió copias a DEA y al Treasury Department de EU. Dice que sus jefes le ordenaron callarse y trataron de despedirlo, en su carta al FSA. En una reunión, un oficial insistió que Woods no debía haber reportado la actividad al gobierno -como lo requiere la ley de EU y el Reino Unido. "Quedé atónito y muy traumatizado por esa reunión", escribió Woods.
En EEUU, DeFazio, ex agente FBI, dijo que dijo a los ejecutivos del banco en 2005 que DEA estaba revisando las transferencias de Wachovia para la compra de los aviones. Éstos rechazaron la recomendación de cerrar cuentas sospechosas. "Creo que vieron el dinero y dijeron "Al cuerno. Traigámoslo, y vean todo lo que sacaremos", dijo DeFazio.
Ambos se retiraron de Wachovia.
Cuando se decomisaron las cuentas de Wachovia en Puebla, la red pasó su lavado a HSBC, según documentos mexicanos: en 3 semanas tras el allanamiento de Wachovia, dos de las mamparas, Grupo ETPB SA y Grupo Rahero SC, hicieron 12 depósitos en efectivo por un $1 millón en una sucursal HSBC. Los fondos compraron un Beechcraft King Air 200, que la policía decomisó en diciembre 2007 en Cuernavaca.
Un investigador Robinette de Texas, comenta en otro caso de lavado, que involucraba a Bank of America, que "Todos ahí sabían quiénes eran -los cajeros, todo el mundo. Pero el banco jamás nos contactó." Pero Norton de Bank of America dice: "No solo cumplimos nuestra obligación regulatorias, sino que trabajamos proactivamente con la ley en estos asuntos."
La fiscalía intentó parar el lavado en American Express Bank International -dos veces. En 1994, el banco, entonces subsidiario de American Express Co. , juró no volver a permitir lavado de dinero tras que 2 empleados fueron encarcelados en el caso del traficante Juan García Abrego. El banco pagó $14 millones por el arreglo. Pero 5 años después, el dinero narco volvió a fluir por American Express Bank: entre 1999 y 2004, permitió a sus clientes lavar $55 millones del narcotráfico, reconoció el banco en otro arreglo en agosto 2007. Pagó $65 millones a EU y prometió no volver a violar la ley. El gobierno desestimó el caso un año después. American Express vendió a Standard Chartered PLC de Londres en febrero 2008 por $823 millones.
Los bancos no son las únicas instituciones financieras que hacen la vista gorda a los carteles que mueven fondos ilícitos. Western Union Co., el mayor grupo de transferencias del mundo, acordó pagar $94 millones en febrero 2010 para arreglar investigaciones civiles y criminales con la fiscalía de Arizona. Policías encubiertos pasando por traficantes sobornaron a los empleados de Western Union a transferir dinero ilegalmente, dice Cameron Holmes, el asistente del fiscal. Más de 20 oficinas de 20 Western Union permitieron que los clientes usaran múltiples nombres, pasaran identificaciones falsas y mancharan sus huellas digitales en los documentos, según los expedientes. "En el tiempo que operamos encubierto, ni una vez rechazaron un soborno," dice Holmes, citando declaraciones juradas.
Por 4 años, las autoridades mexicanas siguen perdiendo su batalla contra los carteles. La policía suele estar 2 pasos detrás de los criminales.
Pero para hacer funcionar sus empresas criminales, los carteles de droga de México necesitan mover billones de dólares por las fronteras. Así es como financian la compra de drogas, aviones, armas y casas seguras. "Son empresas multinacionales, después de todo", dice el Senador González, mientras carga su revolver en su oficina en el DF "...y no pueden funcionar sin bancos".
Banks Financing Mexico Gangs Admitted in Wells Fargo Deal
By - Jun 29, 2010
Traducción de www.elpais.cr